miércoles, 13 de octubre de 2010

Mujer que embelesa

La mano que ostenta el bermellón radiante de sus uñas, como si fuera un velo que cubre la brevísima capa que insinúa músculos e inspira apetito, es una mano tímida, puesto que impide conocer la corona que se eleva sobre sus pechos de pino. Quizás es porque en verdad se trata de un farol que hace imaginar los encantos de su piel, o mejor el pistilo de una flor cubierta por sus pétalos de champán. Como se quiera, en el mundo americano rigen los sortilegios de una mujer que brilla.

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