sábado, 16 de octubre de 2010

Fiesta por el arribo de los retratos

Podríamos festejar la utopía del retrato que retiene la luz, la coloración del mar y el tono de las vigas abiertas por la providencia del vuelo original. Abriré a mordiscos la flor de maíz, el bejuco desmontado sin estipendio, y hasta la casa de los granos que almacené para ocasiones de lisonja. Por si faltaran voces para el coro, citaré a quien corresponda, porque en el mundo americano existen pájaros suficientes para sortear el hoyo de la escasez.  

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