Otra vez la risita
Por Carlos E. Bojórquez Urzaiz
El maíz no renuncia a su ternura ni por un grano de sal. Esparce brillo sobre la masa, se extiende en la superficie de una tortilla que antes desgranó su inocencia en el molino de la tía Gertrudis. Del viejo silo de palos y de palmas, se presentó en la mesa a enriquecer el apetito de la campesina Ana y su nuera, que el día de ayer calentaron las tortillas para el marchante que cambió sus baratijas por la placidez del pan.
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