martes, 1 de noviembre de 2011

Primer aniversario

Casa de la Historia de la Educación


Por Carlos E. Bojórquez Urzaiz.

A pocos días de celebrar el primer año de su inauguración, La Casa de la Historia de la Educación ha logrado armonizar el rescate de archivos y objetos escolares de diferentes colegios, en muchos casos en desuso, con el propósito de promover un lugar donde el magisterio yucateco puede sentir que se reconoce la importancia de su labor docente, como hecho que renueva su identidad profesional. En cada lista de antiguos alumnos, en los retratos de sus festivales o en los trofeos deportivos, alojados y exhibidos en La Casa de la Historia, se pueden encontrar nombres de profesores, estudiantes y padres de familia que de no haber abierto sus puertas dicho local se mantendrían en el olvido.
Quien haya visitado las instalaciones de este recinto, funcional y bien dispuesto, quizás quede entusiasmado no sólo con la caligrafía elegantísima de don Rodolfo Menéndez, sino también con los documentos que registran la actitud generosa de profesoras como doña Ángela González de Menéndez, que con su salario adquiría los útiles escolares de las niñas mayas de Izamal. Allá podrán verse retratos de Agustín Franco vistiendo un overol en las marchas por el Día del Trabajo, del doctor Eduardo Urzaiz dictado una conferencia en la Escuela Normal, o las estampas de adolescentes humildes recibiendo sus diplomas en la Escuela Secundaria Cisneros Cámara o en la Carlos Marx de Progreso. 
 Fruto de las actividades impulsadas por este centro de historias educativas son, sin duda, las relaciones intrínsecas de los profesores que se acercan a ella, a conocer las labores de rescate, su catalogación y exposición en la pequeña galería, con las emociones que sienten por el sencillo reconocimiento al trabajo pedagógico de toda su vida. Hace apenas unas días, por ejemplo, la publicación de una semblanza en El Mensajero Escolar, dedicada al profesor Manuel Alcalá Martín, propició el acercamiento de las autoridades de la escuela primara Estatal N° 25, que solicitaron a La Casa de la Historia su intervención para recuperar y restaurar el busto de este ilustre maestro que permanecía relegado en el antiguo local de ese colegio, en la calle 52 por 43, y después de algunos trabajos se instaló, mediante emotiva ceremonia, en el nuevo local de ese colegio en un fraccionamiento del norte de la ciudad. Otros acercamientos han sido todavía más sentidos, como el caso del profesor Fidelio Quintal Martín que sin otro interés que no sea contribuir con la Historia de la Educación, donó su biblioteca personal a la Casa, que según ha comunicado el Secretario de Educación, será inaugurada precisamente el día 8 de noviembre próximo en las instalaciones del local que alberga el patrimonio educativo de Yucatán, adjunto a la Secundaría Agustín Vadillo Cicero.
        Y se eligió bien la fecha en que fue inaugurada ésta, ya que en el marco de los festejos del Centenario de la Revolución el doctor Raúl Godoy Montañez dispuso que La Casa de la Historia de la Educación abriera sus puertas en ocasión del natalicio de Felipe Carrillo Puerto. Su figura ha servido de inspiración para editar periódicos y numerosas obras de ilustres profesores yucatecos, cuyo pensamiento puede ser guía para la enseñanza en nuestros Estado. Carrillo Puerto igualmente ha sido el faro para darle rostro y nombres al edificio de la SEGEY donde, a instancia de un proyecto de la Casa, se edificó la Rotonda de los Maestros Ilustres que en su primer aniversario añadirá dos bustos de esta obra ideada por Reinaldo Bolio, con efigies de la profesora Ángela González de Menéndez y Agustín Franco. Felicidades por tan plausible tarea a favor del magisterio yucateco, favorecida por la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco. Enhorabuena a La Casa de la Historia de la Educación en su primer aniversario.







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