Aciertos de Roy Sobrino y sus editores
Por Carlos E. Bojórquez Urzaiz
Llegó a mis manos un ejemplar de la obra de Jorge Roy Sobrino, Felipe Carrillo Puerto a través de la imaginación, cuya impresión a cargo de la Biblioteca Básica de Yucatán, confirma la calidad de las ediciones auspiciadas por la Secretaria de Educación del Gobierno estatal. La obra de Roy Sobrino, es esencialmente atractiva por cuanto viene impresa en papel cuché que da cierto realce a las pinturas y fotografías de niños mayas y reconocidos artistas, que acompañan la sencillez de sus relatos sobre el Mártir del Proletariado, en español, maya y francés, que se proponen ampliar el universo de lectores que sin duda tendrá esta tercera edición.
En lo particular deseo recalcar que el libro reúne historias e imágenes admirables de Carrillo Puerto, que en varios sentidos reflejan aspectos de la personalidad de Sobrino, inquietante para algunos conservadores, pero que representa una de las vanguardias del entorno cultural yucateco. Estoy seguro que la particular sensibilidad de este tenaz autor, fue la que permitió articular, en justa proporción, varías expresiones artísticas en un libro que ofrece visiones renovadas de Felipe Carrillo Puerto, pese a estar escritas con base en leyendas y fábulas del dominio popular, las cuales Roy consiguió hábilmente restituir en una trama que con facilidad atrapa al lector infantil lo mismo que al adulto, como destaca Manuel Calero en una interesante semblanza incluida en las páginas iniciales de la edición.
Tuve el gusto de conocer a este talentoso artista desde su infancia, cuando era una especie de bólido correteando en los pasillos del colegio donde estudiamos su hermano Mario y yo. En tanto, Roy comenzaba a distinguirse por la inspiración de sus juegos infantiles y el espíritu impasible que lo indujo a cambiarse de escuela, en busca seguramente de experiencias afines con sus deseos de echarle una mirada al mundo mágico desde ese cristal un tanto Naif, que ha plasmado en su obra como pintor, y que rodea la escritura de este libro fabuloso.
Los relatos alucinantes de Carrillo Puerto, cuyo natalicio es anunciado por un ave de raro colorido, xcooh-aka en lengua maya, están precedidos por el prólogo del doctor Manuel Sarkisyanz, que con su habitual erudición deslinda el sentido histórico-cultural de la obra de Jorge Roy Sobrino de las ortodoxias academicistas o intelectuales que pudieran restringir la sabiduría popular del pueblo maya en la que se inspira su autor. La lectura de estas fábulas con evidentes tintes históricos, se debe armonizar con un repaso a las imágenes dibujadas por los niños mayas, con quienes convivió el autor mientras escribía su libro, y que coexisten armónicamente con obras de artistas destacadísimos que ilustran sus páginas, como Fernando Castro Pacheco, Gabriel Ramírez, Reynaldo Bolio, el difunto Eduardo Ortegón o Socorro Chablé, por referir sólo algunos nombres que congrega Roy en esta edición.
Por los elementos estéticos y culturales reunidos alrededor de Felipe Carrillo Puerto, ha sido un acierto la publicación de este libro que al parecer anticipa la aparición de una colección especial de la Biblioteca Básica dedicada al Centenario de la Revolución mexicana. Adicionalmente, Roy Sobrino ha hecho saber que en breve una compañía de artistas, valiéndose del encantamiento que producen los títeres, llevará a escena sus relatos a escuelas públicas de diferentes puntos de Yucatán. Felicidades a su autor, estoy seguro que pronto se agotarán los 3000 ejemplares de esta nueva edición. (Carlos E. Bojórquez Urzaiz)
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