Romeo Frías Bobadilla, periodista distinguido
Por Carlos E. Bojórquez Urzaiz.
La entrega de la Medalla al Periodismo Cultural Oswaldo Baqueiro López, conferida a don Romeo Frías Bobadilla, como acto central de las celebraciones por el Día de la Libertad de Expresión, adquiere singular relevancia por tratarse no sólo de un merecido homenaje al decano de los periodistas yucatecos, sino porque como natural intérprete de la Opinión Pública que es, refiriendo sucesos culturales y del diario acontecer de su natal Progreso, ha sabido conservar la atención de sus lectores en Yucatán, desde el año de 1932. Día a día don Romeo logra desbordar los límites municipales, y estimula lecturas de la vida portuaria a través de la amena y bien informada sección progreseña de Por Esto, actividad que representa una labor efectuada sin interrupciones por este destacado escritor que ha hecho del periodismo cultural su forma de expresión más frecuente.
Reconocimientos de este tipo se distingue en medio de las perspectivas a veces vanas que en otras circunstancias ha premiado la sociedad o el gobierno, relacionadas más con el éxito económico o político de una persona, que con una vida consagrada a la libertad de pensar y escribir la cultura, incluidos los apuros y cualquier clase de presiones que la práctica del periodismo significaba hasta hace poco, y que aún entraña numerosos riesgos. En consecuencia, la repercusión que originará la entrega de esta presea a Frías Bobadilla, cuya pluma y pensamiento atraviesa casi completo el siglo XX, se puede ver como un estímulo a la práctica de un periodismo cultural desinteresado y hasta generoso, que seguramente sabrán recoger como ejemplo las nuevas generaciones que escriben en las columnas de los periódicos locales que aún ofrecen espacios libres a la cultura.
En esta ocasión, la entrega de la Medalla al Periodismo Cultural revela inmejorables vínculos entre el recipiendario de la medalla y el escritor que dio nombre a la presea, instaurada para reconocer esta clase de periodismo. Quienes tuvieron el privilegio de conocer a Oswaldo Baqueiro López y gozan de la amistad de Romeo Frías Bobadilla, estarán de acuerdo conmigo en que ambos compartieron el compromiso de acercar a la gente los hechos históricos, literarios y culturales a través de su escritura clara y sin ataduras, razón por la cual transitaron del desaparecido Diario del Sureste a las páginas que abriera en 1991 Mario Menéndez Rodríguez, con la ayuda de su imprescindible hermano Hernán.
Saludamos el acierto del Jurado en la designación de este ilustre progreseño para la entrega de la Medalla Oswaldo Baqueiro López, aunque las celebraciones del Día de la Libertad de Expresión aguardan el cumplimiento de la justicia para efectos de reparar los abusos perpetrados contra el reportero Carlos Navarrete Quintal.
Por Carlos E. Bojórquez Urzaiz.
La entrega de la Medalla al Periodismo Cultural Oswaldo Baqueiro López, conferida a don Romeo Frías Bobadilla, como acto central de las celebraciones por el Día de la Libertad de Expresión, adquiere singular relevancia por tratarse no sólo de un merecido homenaje al decano de los periodistas yucatecos, sino porque como natural intérprete de la Opinión Pública que es, refiriendo sucesos culturales y del diario acontecer de su natal Progreso, ha sabido conservar la atención de sus lectores en Yucatán, desde el año de 1932. Día a día don Romeo logra desbordar los límites municipales, y estimula lecturas de la vida portuaria a través de la amena y bien informada sección progreseña de Por Esto, actividad que representa una labor efectuada sin interrupciones por este destacado escritor que ha hecho del periodismo cultural su forma de expresión más frecuente.
Reconocimientos de este tipo se distingue en medio de las perspectivas a veces vanas que en otras circunstancias ha premiado la sociedad o el gobierno, relacionadas más con el éxito económico o político de una persona, que con una vida consagrada a la libertad de pensar y escribir la cultura, incluidos los apuros y cualquier clase de presiones que la práctica del periodismo significaba hasta hace poco, y que aún entraña numerosos riesgos. En consecuencia, la repercusión que originará la entrega de esta presea a Frías Bobadilla, cuya pluma y pensamiento atraviesa casi completo el siglo XX, se puede ver como un estímulo a la práctica de un periodismo cultural desinteresado y hasta generoso, que seguramente sabrán recoger como ejemplo las nuevas generaciones que escriben en las columnas de los periódicos locales que aún ofrecen espacios libres a la cultura.
En esta ocasión, la entrega de la Medalla al Periodismo Cultural revela inmejorables vínculos entre el recipiendario de la medalla y el escritor que dio nombre a la presea, instaurada para reconocer esta clase de periodismo. Quienes tuvieron el privilegio de conocer a Oswaldo Baqueiro López y gozan de la amistad de Romeo Frías Bobadilla, estarán de acuerdo conmigo en que ambos compartieron el compromiso de acercar a la gente los hechos históricos, literarios y culturales a través de su escritura clara y sin ataduras, razón por la cual transitaron del desaparecido Diario del Sureste a las páginas que abriera en 1991 Mario Menéndez Rodríguez, con la ayuda de su imprescindible hermano Hernán.
Saludamos el acierto del Jurado en la designación de este ilustre progreseño para la entrega de la Medalla Oswaldo Baqueiro López, aunque las celebraciones del Día de la Libertad de Expresión aguardan el cumplimiento de la justicia para efectos de reparar los abusos perpetrados contra el reportero Carlos Navarrete Quintal.
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